No me digas que me quie- aunque yo te lo pregun- pues aunque fácil es men- difícil es disimu- Aunque de flor te disfra- se nota mucho tu agui- y duele la picadu-
* Autor: Rafael Masedo
EL ESPEJO
Miré al espejo. No deseaba el disfraz que veía. Quería volver atrás en el tiempo. Cerré los ojos. Al abrirlos tampoco era quien quería ser. Me quité la careta. De nuevo era yo.
* Autor: Modesto Acosta
IGNORANTE
Calla, no me lo digas, prefiero no saber que nuestro amor no vino de Cupido. Igual me da si eran uniones neuronales alteradas, hormonas fruto del genotipo y lo creído pasión, instintos animales. * Autor: Amkiel
(Slideshow diseñado por Comella Firmet)
TEXTOS DESTACADOS EN EL CONCURSO "CALIBRE 33" EDICIÓN 2007
Me gusta como te mueves, lo contento que te pones cuando me ves venir, me chifla tu colita ¿Qué? No me mires así. Si no fueras disfrazado de perro te declararía mi amor.
* Autora: Comella Firmet
Relato finalista del concurso Calibre 33 de "El Cuentista" - Edición 2007
El día de Carnaval el presidente se disfrazó de principal opositor y el opositor de presidente electo, y así trabajaron de acuerdo con sus papeles el resto del día. Nadie se dio cuenta.
* Autor: Amkiel
Relato finalista del concurso Calibre 33 de "El Cuentista" - Edición 2007
Me disfracé de locura, adorné mis huellas, pinté mi cuerpo con colores, sólo para verte. Dibujé estrellas, perseguí imposibles, robé segundos a las tardes, sólo por tenerte. Y ahora, desnuda, tu piel miente.
* Autora: Mercedes Vedia
Relato ganador del concurso Calibre 33 de "El Cuentista" - Edición 2007
Sun es pequeña, trabaja en una fabrica textil por una miseria. Ayer cosió disfraces, escribió una nota de socorro para esconderla en el bolsillo de un traje, quien la encuentre no atenderá seriamente.
Comella Firmet
* ¿Eres capaz de escribir una historia con sólo 33 palabras? Anímate y participa en el concurso literario "Calibre 33" que ha organizado "El Cuentista"
No sabía si su marido volvería a casa aquella Navidad, pero ella se seguiría sentando a esperarle en el portal, mordisqueando una regaliz que guardaba desde que él se fue a por tabaco.
El pavo se levantó de la mesa, con mirada airosa recogió sus carnes desperdigadas por los platos y lanzó la maldición del Moco... Los comensales nunca consiguieron deshacerse de esa mancha tan asquerosa.
Marcó con detalle las huellas de los camellos en el serrín dispersado por las escaleras. Se bebió de un trago los tres chupitos de anís y engulló contenta los tres polvorones. Entre sombras y susurros besó sus ojos dormidos por la magia.
Y se recordó a si misma hacía ya tanto, tanto tiempo.
Pasó la mano despacio sobre el mármol helado y pudo leer de nuevo : 24-12-2003. Nunca creyó que en ese lugar celebraría cada año la Nochebuena. Ni su cumpleaños. Nunca.
Carlitos no tenía colegio, Paco no tenía casa. Se encontraron en Navidad sentados en el mismo banco de la plaza. Se sentían solos, necesitaban amor. No se dijeron nada , se miraron de reojo.
Papá Noel, Santa Claus, los Reyes Magos, la Bruja Befana, San Nicolás y otros tantos representantes navideños, decidieron celebrar una cumbre. Después de un reñido debate, discusiones, propuestas y contrapropuestos, llegaron por fin a un acuerdo. Al final, los de siempre se quedaron sin juguetes.
Como estaba convencido que esta Navidad le iba a tocar “El Gordo”: compró una casa, un carísimo coche, dejó a su mujer y mandó "a paseo" al jefe. Ahora vive en el puente.
Se notó una repentina racha de aire frío. Entraron dos calladas personas quienes, sin decir palabra, se acomodaron en un rincón. La mula y el buey se miraron inquietos, intuían algo incomprensiblemente grandioso.