Carnaval
Borró la sonrisa de su cara,áspera la garganta,encrespó los puños,ciñó una espada,sombrero de ala anchacon larga pluma,calzones y casaca.Carnaval,murió en la callede una estocada.* Autor : José Alberto de Quintana de LeónTEXTO DESTACADO EN EL CONCURSO CALIBRE 33 EDICIÓN 2007"El Cuentista"
9 comentarios
ka -
bonito post Comella!
Trini -
Besos Comella
Alberto -
Sandra -
www.atramentum.es
Os espero por allí!
un beso a todos
Alberto -
Gracias, vir.
Besos. Feliz fin de semana.
vir -
besos
buen fin de
Comella -
Creo que tendría que ser el día de la mujer a diario y no sólo el 8 de marzo, a mi lo que me gustaría es poder encender la televisión o abrir un periodico y dejar de ver/leer las barbaries que se están cometiendo contra ellas. Por cierto, ¿Para cuando un día del hombre? O mejor aún ¿Para cuando un día del Ser Humano?
Por lo demás, el calibre de mi amigo Alberto, es más que notable, como todo lo que escribe. ¡Toma cariño! ;)
Feliz fin de semana a todos.
Alberto -
Infierno -
Aquel día era muy importante, se presentarían todas las conclusiones posibles a las que se había llegado durante esa intensa semana. Las mujeres allí reunidas, esperaban ansiosamente los acuerdos de los trabajos realizados, la moderadora, tras exponernerlos, abrió un turno de preguntas y comentarios. Un silencio sepulcral invadió la sala, al cual siguió el levantamiento tímido de una mano, dándole la palabra. Con clara expectación se hizo un pequeño corro en derredor suyo, un burka se hacía presente en medio de aquella reunión. Con lentos movimientos esa prenda fue desmoronándose hasta llegar al suelo. De aquel envoltorio nació una belleza sin igual. Tras unos cuchicheos que fueron cortados por la presidencia, se le concedió la palabra:
· "Hola, me llamo Yazira, soy de Afganistán y pienso que la única solución posible es la Vida, todo lo que se haga ha de estar dirigido a preservarla"
Un silencio absoluto invadió la sala. Otra de las asistentes se quedó desnuda, y a ésta le siguió una más. Las mujeres que presidían la conferencia, también se desnudaron. Minutos después sólo se veían cuerpos desnudos en la sala, muchas sonrisas, y algún rostro ruborizado. Un pasillo se hizo desde el lugar en el que estaba Yazira hasta la mesa presidencial. Un par de compañeras suyas la fueron custodiando, y al llegar a la presidencia, la mesa saludó con sumo respeto a su próxima dirigente.
Ella junto con las demás compañeras se dirigieron a la puerta de salida, dejando en la sala un rastro de telas de todo tipo y condición. Comenzaba una nueva era.