La alambrada - Uachipachi Jimul
Grandes aspiraciones tenía en su cabeza, pero el entorno no podía dárselas, unas veces chocaban con la sequía, otras con la falta de comida, la mayoría de las veces con ambas cosas… Nadie se explicaba como había salido adelante con tan escaso alimento, pero llegó vivito y coleando hasta cumplir los 18. Y entonces, supongo, fue cuando se dio cuenta de que no podía resistir tanta miseria, tanta desolación…, y decidió marcharse a la aventura con su amigo y compañero del alma.
Dos años fueron los que duró su viaje, conocieron el amor, la amistad, la belleza, la traición y hasta la locura. Al final llegaron a su sueño. Y todos estos pensamientos, todos estos recuerdos pasaron fulminantemente por sus cabezas mientras sus cuerpos eran atravesados por las púas de una alambrada con la que no habían contado. Los forenses no fueron capaces de adivinar su identidad, su tumba fueron los alambres; sus rezos: los llantos de sus compañeros heridos.
* Autor: Uachipachi Jimul
6 comentarios
joseme -
Calavera, súbete para arriba que según parece, aquí haces más falta.
Mundo...no nos dieran...!
Venga un abrazote sin púas, hombre!
calavera -
Juan José Noche -
Un fuerte abrazo
Ly -
Un petó de la Ly
calavera -
Pablo A -