Caperucita Roja
Caperucita despertó y se giró hacia el lobo, que aun dormía, frotándose contra su pecho fuerte y peludo. Con manos tiernas y suaves le acarició. El lobo abrió los ojos y apresó su cuerpo pequeño con las garras, mientras acercaba las cálidas fauces hacia ella. Lamió su rostro, y devolvió sus caricias, pero ambos sabían que no podían demorarse dejándose llevar.
- ¿Crees que aun nos siguen? - le preguntó ella.- No lo dudes. Nos seguirán hasta matarme, y tu madre y tu abuela harán de ti una mujer de provecho.
Ella miró sus ojos amarillos y le besó.
* Autor: Jordi Cebrián
4 comentarios
myself -
ka -
Gracias por tu visita y el enlace, yo acabo de enlazarte en el mio ;)
besos
Amkiel -
aminuscula -
Buen microcuento.
Un besazo, guapetona