Bestia amada - Dori Siverio Fumero
La lluvia caía a raudales; por los cristales de mi ventana el agua descendía abundante y de improviso se manifestó.
Era el Hombre de Agua; se formaba y deformaba a voluntad y ahora aparecía cómo una bestia gigantesca con forma humana toda de agua y al instante se disolvía y era tan sólo catarata en los cristales.
Después de eso ha permanecido conmigo y cada día puedo percibirle. Cuándo me baño, él recorre mi cuerpo con miles de dedos invisibles y líquidos.
En mi bañera paso las horas sumida en un profundo éxtasis mientras él me envuelve con su cuerpo amorfo y fluido. Sus caricias son tenues y delicadas, como las del amante perfecto.
* Autora : Dori Siverio Fumero
Era el Hombre de Agua; se formaba y deformaba a voluntad y ahora aparecía cómo una bestia gigantesca con forma humana toda de agua y al instante se disolvía y era tan sólo catarata en los cristales.
Después de eso ha permanecido conmigo y cada día puedo percibirle. Cuándo me baño, él recorre mi cuerpo con miles de dedos invisibles y líquidos.
En mi bañera paso las horas sumida en un profundo éxtasis mientras él me envuelve con su cuerpo amorfo y fluido. Sus caricias son tenues y delicadas, como las del amante perfecto.
* Autora : Dori Siverio Fumero
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