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˙·٠•●♥ Ediciones Guallavito

Historia de una infidelidad

Historia de una infidelidad Estaba entre la espada y la pared.
Realmente. Aunque a ratos no lo encontraba tan terrible... Hay personas que hubieran soñado con disfrutar de la situación que estaba viviendo... Que pagarían por tener lo que yo tenia y por tener que tomar un camino u otro.Yo era incapaz de elegir... Primero estaba Pasión... con un tanga rojo verbena, y unos zapatos de tacón, desviviéndose por llamar mi atención... Loca por poseerme. Provocándome y seduciéndome día a día. Utilizando la imaginación para retenerme... Sorprendiéndome en cada cita.Y luego, ahí estaba Amor... No. A ella no le gustaba el rojo... decía que el rojo era de "putón" de terceras y usaba braguitas blancas con lacitos rosas... Bueno, no era lo mismo pero tenía su encanto. Al igual que sus mocasines marrones.Amor me decía cosas dulces al oído, me mimaba... Cuidaba de mi... Cuando me sentía desgraciado, allí estaba ella... Con sus mimos y unos spaghetti a la carbonara...Con Pasión nos íbamos de copas... A bailar...Teníamos sexo encima de la lavadora y de pie en el ascensor. Y muchas veces! Hacíamos mucho ruido, y yo en los momentos de placer gritaba como un loco y la llamaba por su nombre entero:- Pasión! Oh sí Pasión! Eres increíble, increíble! Oh Pasión!!! Pa- pa- paaa... Maria de las Pasionessssss!!! - Luego mordía la almohada para no asustar a los vecinos…Con Pasión era diferente… Era un reto, una diversión… De vez en cuando íbamos a la playa y luego nos quedábamos dormidos allí hasta que venía la primera "maruja" y nos plantaba el parasol en la cabeza....Con Amor llevaba el parasol a la playa... Íbamos al cine. Casi todos los domingos salíamos a pasear... Y nos tomábamos una Coca-Cola en una terraza del puerto. Siempre la misma mesa. Siempre el mismo camarero con el diente dorado...Y los silencios eran normales... Demasiado. Pero de repente con cualquier cosa, ella me sonreía y comprendía porque ella era Amor.Y quizá si no tenía dolor de cabeza o no le había bajado la regla. Hacíamos el amor en mi viejo Ford ... Amor era mía ... Sólo mía. Y la quería... Sin duda. Me había costado muchos esfuerzos y sufrimientos llegar a ese punto de la relación. Aunque no fuera como lanzarse en paracaídas de la emoción.Si! Quería pasar todo el resto de mis días con ella... Me daba tanta paz, tanto equilibrio. Era tan feliz a su lado. Su olor… Sus caricias y su dulce voy… Era mi nena, mi ángel. Estaba seguro!Bueno, casi. Porque entonces me llamaba Pasión, antes de salir del trabajo ...Y me decía que me iba a esperar en plaza castilla... Que se moría de ganas de recorrer cada poro de mi cuerpo con su lengua… Y entonces no! Entonces Amor pasaba a un segundo plano. Porque yo sin Pasión no podía vivir.Así pues , si Amor me mandaba por casualidad un mensaje al móvil... Yo muy rápidamente le mentiría diciéndole que iba a salir muy tarde del despacho esa tarde y que sería imposible que me pudiera pasar por su casa ese día... Y Amor me resoplaría y me diría que la culpa es mía por no hablar claro con mi jefe… Que soy un blando. Y yo … aguantaría el chaparrón y encima me sabría fatal porque en el fondo me siento como un cabrón. Soy un cabrón! Y la madre de Amor tendría que guardar el solomillo al Roquefort en un "tupper", ya que esa noche tampoco iba a cenar con ellos.Y después de herir los sentimientos de mi familia política yo me encontraba en secreto con Pasión … E íbamos a un hotel … Ella siempre iba depilada… Y mientras llegábamos al orgasmo los dos, exhaustos, inmensos de placer! Y Pasión estaba encima mío con ese cuerpo tan perfecto… Yo de repente me acordaba de Amor y no entendía porqué… Bueno sí, porque la quería … Y de repente me acordaba de que Amor a veces tenía muchos pelillos en las piernas y en las ingles… Pero no me importaba tanto.Y al día siguiente, iba un poco arrepentido a buscarla a la tienda donde trabajaba, con unas flores de la gasolinera y le decía -cariño- en todo momento. Y bueno… Pues venga! Volvía a ir a un hotel… Y nos queríamos en una cama de colchón blando y muelles chirriantes durante... durante… Supongo que durante una sola vez… Yo deseaba que nos quedáramos allí, dormidos los dos. Pero a ella le daba vergüenza y decía que sus padres no lo entenderían porque eran unos "carcas" … Yo protestaba y le ponía cara de pocos amigos. Luego como un rayo de luz que se cuela por la persiana por las mañanas me acordaba de mi salvaje y alocada Pasión… Ella se hubiera quedado el tiempo que hubiera hecho falta pero no me hubiera dejado pegar ojo… Y seguramente después del tercer polvo yo hubiera querido que ella se fuera … Porque necesitaba quedarme conmigo mismo.Si no controlaba la situación el rayo se iba a convertir en una lámpara "hal.logena"… Yo cada día estaba más majareta.Y los días pasaban. Los meses…Cada día estaba más confundido. Por más que lo sopesaba, no había "tu tía" de decidirme por una de las dos.Amor o Pasión?A-m-o-r?…P-a-s-i-ó-n?…Uf !Estaba en medio. La espada…La pared……Una me daba seguridad, y la otra, la espada -más clavada cada día- me hacía sentir vivo… Y se me había clavado de que manera! Pero la pared… Yo era de la opinión de que todo lo que entraba tenía que salir. Aunque se te hubiera clavado como un cuchillo... Pero ahí estaba yo. Sin poder decidir. Qué era mejor? Yo sabia que era mi obligación decidirme por una de las dos. Lo sabía. No podía andarme con esos juegos... Al final acabaría quemándome. No me reconocía…Pero es que era tan complicado...Yo estaba loco por Pasión. Pero no podía vivir sin Amor...Amor no me daba lo que me daba Pasión ... Y Pasión no era muy amorosa que dijéramos... A ella le iban más las miradas salvajes y las sabanas de raso... Las noches de fuegos artificiales...A Amor le gustaban los atardeceres... Las velas. Las caricias antes de los coitos... Los besos tiernos y suaves...Me estaba volviendo loco!No tuve otra elección.Después de muchas noches sin dormir y miles de dudas… De muchos meses tanto de satisfacción como de preocupación, dejé primero a Pasión y luego a Amor… Nunca les confesé todo aquello, ni existencia la una de la otra, pues tampoco lo sospechaban… Y para qué hacerlo más complicado y doloroso? Sólo les dije que estaba confundido … que me iba con Soledad, así las dos pasarían a odiarme y podrían olvidarme más fácilmente. Mientras, yo, me quedaría conmigo mismo e intentaría encontrarme … No les había mentido tanto … Porque me había quedado solo.

Autora : Vanessa López Vilà / Comella Firmet

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